“Un bosque en mi escuela” es el proyecto piloto que Nestlé Chile lanzó junto a Fundación Legado y Fundación Regenerativa, buscando conectar a la comunidad escolar con el aprendizaje de técnicas de agricultura regenerativa.

Se trata de la creación de un bosque huerto de 100 metros cuadrados, en el que se integran cultivos agrícolas con árboles y arbustos, usando técnicas que aportarán a la recuperación de suelos, producción de alimentos, restauración de bosque nativo y conocimiento sobre la mitigación de gases de efecto invernadero (GEI). En este trabajo colaborativo intervienen estudiantes de tercero a quinto básico de las escuelas “Rural Colegüal” de Llanquihue y “Vicente Pérez Rosales” de Frutillar.

“Este proyecto nos brinda una oportunidad de conectar dos prioridades importantes para Nestlé: contribuir a las comunidades cercanas a nuestras fábricas y a la vez apoyar el avance de la agricultura regenerativa, integrando estas prácticas en la educación escolar. Si bien esta es una experiencia piloto, vemos que puede ayudarnos a comprender de mejor forma cómo seguir avanzando en esta línea”, explicó Nelson Santelices, gerente de fábrica Nestlé en la zona.

Cabe destacar que desde hace dos años la compañía se encuentra impulsando prácticas regenerativas junto a sus productores lecheros de la zona, para proteger y restaurar las tierras de cultivo y su ecosistema a través de este modelo que es más respetuoso con el planeta y lograr así que el 20% de los ingredientes de los productos Nestlé sean producidos mediante prácticas regenerativas a 2025 y 50% a 2030.

Por su parte, Felipe Vidal, director de la Escuela Rural de Colegüal, destacó el valor del proyecto, indicando que permite a los estudiantes “desarrollarse desde un punto de vista de aprendizaje al aire libre, estableciendo mejores relaciones de convivencia entre pares, así que eso aporta claramente a su proceso de formación integral, que es un sello dentro de nuestro establecimiento”.

Andrés Riveros, co-coordinador del proyecto de Fundación Legado Chile, explicó que lo que está detrás de este proyecto es un cambio profundo de paradigma sobre nuestra interpretación del mundo. “A través de la agricultura regenerativa se presenta una interpretación del mundo basada en la cooperación. Hemos intentado que esta idea permee en todas las definiciones de este proyecto, tanto en el modelo de trabajo asociativo entre las organizaciones participantes, como en las mingas de plantación y siembra”.

Por su parte Mauricio Ramos, co-coordinador del proyecto de Fundación Regenerativa, destacó el valor de esta actividad “que genera como resultado, bosques comestibles que producen alimentos sanos, en alta cantidad y donde el principal insumo es el conocimiento y la participación colaborativa”.

Finalizó indicando que “en los contextos educacionales esta experiencia se transforma en un aula viva que permite conectar a los niños y niñas con la naturaleza de una forma en la que son protagonistas”.